¡Bienvenidos/as una semana más a Don de lenguas!
Esta semana, queridos/as oyentes, os traemos una entrevista muy, muy interesante, en la que hemos hablado con un docente del Máster en Traducción Jurídica que os presentamos hace unos meses. Se trata de Ignacio Sánchez-Román, jurista-lingüista principal de la División de Legislación de la Dirección General del Servicio Jurídico del Banco Central Europeo.
Lo primero de todo, os presentamos a nuestro invitado de esta semana,
Ignacio Sánchez-Román Plañiol. Ignacio es licenciado en derecho y máster en traducción de textos alemanes con fines específicos. Es traductor-intérprete jurado de inglés (1993) y francés (1994). Cuenta con 32 años de experiencia en traducción institucional, primero en el Ministerio de Defensa de España, luego en las Naciones Unidas y, desde 2000, en el BCE, donde actualmente es jurista-lingüista principal de la División de Legislación de la Dirección General del Servicio Jurídico. Se dedica a traducir con carácter definitivo los instrumentos jurídicos del BCE del inglés al español; revisar los documentos jurídicos del BCE redactados en español; seleccionar juristas-lingüistas externos de español y gestionar, coordinar y revisar sus traducciones, y un largo etcétera. Ignacio, además, dirige el foro interno de traducción jurídica Legal Translation Series, dedicado a fomentar la profesión jurídico-lingüística en la División de Legislación del BCE. Es también miembro de
APTIJ (asociación profesional de traductores e intérpretes judiciales y jurados).
Hemos empezado la entrevista hablando con Ignacio sobre lo provechosa que resulta en el mercado laboral la combinación de los estudios en traducción y los de derecho, y también le hemos pedido que nos describa el trabajo de un jurista-lingüista y que nos dé una lista de las cualidades necesarias para desempeñarlo correctamente.
En la entrevista, Ignacio ha querido hacer hincapié en el enorme valor que tiene el Diccionario de la Lengua Española de la RAE como obra de consulta en la traducción jurídica, ya que ofrece definiciones claras y generales de los más básicos conceptos del derecho. Igualmente, Ignacio ha querido resaltar la importancia de aprender a comunicar eficazmente, se vaya a trabajar como traductor o como abogado, por la buena imagen que da y por la cantidad de malentendidos que nos permite evitar.
También hemos querido dedicar una parte de la entrevista a hablar de la intraducibilidad en el ámbito jurídico. A menudo oímos eso de «este término es intraducible porque no cuenta con un equivalente en el sistema jurídico-lingüístico de llegada». No obstante, nuestro invitado ha querido hacer una defensa de la traducibilidad, de las aproximaciones informadas: después de un concienzudo proceso de documentación, el traductor(a) debe valorar si existe un equivalente para el concepto del que se esté encargando. De no ser así, debe crear una expresión en la lengua de llegada que transmita, con la mayor exactitud posible, la idea original. Pero en ningún caso se puede decir que eso no sea una traducción: sería un error pensar que el término original expresa mucho mejor el concepto mental que la solución que dado el traductor(a).
Finalmente, no hemos dejado de preguntarle a Ignacio por el debate que rodea al lenguaje claro, un tema sobre el que se ha hablado mucho en las últimas décadas. Si queréis saber qué nos ha contado nuestro invitado sobre el tema, tendréis que escuchar la entrevista. Aquí os dejamos el documento que Ignacio nos ha mencionado, las «Directrices de técnica normativa», en el que se dan unos primeros pasos para simplificar el lenguaje legal.
Esto ha sido todo por hoy, queridos/as oyentes. Espero que la entrevista os parezca tan interesante como a nosotros. 😁
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Entrevista realizada por Martín Azcárate Muez.